La música para enfermedades terminales o crónicas trae muchos beneficios, mira como se aplica la musicoterapia.

Existen personas que tienen una enfermedad terminal como cáncer, diabetes, infección renal, etc, por lo tanto hay quienes no les gusta escuchar un ruido fuerte o una música estridente; tampoco una música romántica que les produce llanto.

Hace unos años en los hospitales, clínicas y hasta en las casas cuando había un enfermo era una norma o regla  el silencio absoluto, sin embargo está probado que ese estado de silencio los lleva a pensar en la soledad y el aislamiento su depresión se acentúa o asoma.

En la actualidad los médicos y especialistas aplican la música como un tratamiento terapéutico recomendando escuchar música alegre y relajante.

El uso de la música como terapia tiene sus orígenes en la prehistoria la música estuvo presente en los ritos mágicos, religiosos y de curación los  primeros escritos que sugieren la influencia de la música sobre el cuerpo humano son los papiros egipcios. Estos papiros datan de alrededor del año 1500a.C, en ellos ya se racionaliza la utilización de la música como un agente capaz de curar el cuerpo, calmar la mente y purificar el alma.

Musicoterapia

En la antigua Grecia se plantearon los fundamentos científicos de la musicoterapia, Platón creía en el carácter divino de la música, y que ésta podía dar placer o sedar. Aristóteles: fue el primero en teorizar sobre la influencia de la música en los seres humanos, provocándole diferentes estados de ánimo.

La musicoterapia es el empleo de la música y sus componentes  como: el sonido, el ritmo, la melodía y la armonía, ejecutada por un músicoterapeuta aplicada a un paciente o grupo de pacientes.

Es un proceso creado para facilitar la comunicación las relaciones emocionales y sociales  con el objetivo de lograr una mejor integración interpersonal y consecuentemente lograr una mejor calidad de vida.

La musicoterapia no considera que la música por si misma puede curar; no existen recetas musicales generales para sentirse mejor. Sin embargo los científicos y médicos empiezan a estudiar los efectos de la música sobre el organismo desde un punto de vista científico.





El médico suizo Tissot indicaba que en mayor o menor medida, la música alejaba a los enfermos de sus dolencias.

El médico Catalán Francisco Vidal Careta, manifestó que la música es un agente que produce descanso, que es un elemento más social que el café y el tabaco.

Existen 2 tipos principales de música en relación con sus efectos:

1.- La música sedante, que es de naturaleza melódica sostenida, y se caracteriza por tener un ritmo regular, una dinámica predecible, consonancia armónica y un timbre vocal e instrumental reconocido con efectos tranquilizantes.

2.- La música estimulante, que aumenta la energía corporal, induce a la acción y estimula las emociones.

Música y enfermos terminales

La música influye sobre el individuo en dos niveles primarios diferentes: la movilización y la musicalización.

A través de la escucha o la creación, la música imprime una energía de carácter global que circula libremente en el interior de la persona para proyectarse después a través de las múltiples vías de expresión disponibles.








Cuando un individuo está enfermo cualquiera sea su enfermedad, especialmente si tuviese cáncer u otra enfermedad terminal, cae en el decaimiento la depresión, su autoestima baja. La música con el apoyo de cada uno de sus elementos influye en los individuos de la siguiente manera:

Tiempo: Los tiempos rápidos de 100 a 150 pulsos por minuto, generan  impresiones alegres, excitantes y vigorosas.

Ritmo: Los ritmos lentos inducen a la paz y a la serenidad, y los rápidos suelen producir la activación motora y la necesidad de exteriorizar sentimientos, producen situaciones de  estrés.

Armonía: Los acordes consonantes están asociados al equilibrio, el reposo y la alegría.

Tonalidad: Los tonos  mayores son alegres, vivos y graciosos, provocando la extroversión de los individuos.

La altura: Las notas agudas actúan ayudan a despertar o sacar de un estado de cansancio

La intensidad: Es uno de los elementos de la música que influyen en el comportamiento

El enfermo terminal ante todo una persona que merece una buena calidad de vida y ser ayudada con su dolor. La persona que siente dolor está limitada. Por esa razón se asevera que la música terapia ayuda con el dolor.

La música clásica aplicada al tratamiento producirá sensaciones de alivio u olvido del dolor, escuchar una música especial cuando se sufre de dolores intensos ayuda a manejar mejor el dolor. Hace más de 2,500 años el filósofo griego Pitágoras recomendó el cantar y el tocar un instrumento musical todos los días con el objetivo de eliminar del organismo el miedo, las preocupaciones y la ira.

Estudios han demostrado que la música tiene la capacidad de reducir la ansiedad y la sensación de dolor. En la actualidad en los hospitales se emplea la música para los pacientes que serán intervenidos  quirúrgicamente ya que la música tiene efecto sedante además también proporciona consuelo a las personas que enfrentan una enfermedad terminal y están confinados a una cama de hospital o sala de cuidados paliativos.

La musicoterapia puede ayudar a las personas que padecen de estados depresivos. En un estudio llevado a cabo con 30 ancianos que padecían de este desorden se examinaron los efectos de la terapia musical sobre sus estados anímicos, encontrándose que los pacientes que se sometieron a la terapia que consistía en sesiones semanales llevadas a cabo en su propia casa, obtuvieron mejores puntajes en pruebas estandarizadas de depresión.

Por otra parte, estos pacientes también mostraron menos tensión nerviosa, un mejor estado de ánimo y una mayor autoestima que los que no recibieron la terapia musical.

La sedación terminal es éticamente correcta cuando:

– El fin de la sedación sea mitigar el sufrimiento.

– La administración del tratamiento busque mitigar el sufrimiento y no la provocación intencionada de la muerte.

– No haya ningún tratamiento alternativo que consiga los mismos efectos principales sin el efecto secundario que sería el acortamiento de la vida.

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