Muchas personas padecen de intensos dolores y la medicina farmacéutica del tipo alopática, ya no les hace efecto. La medicina alopática es la convencional en la mayor parte de los países occidentales.

Entonces, se recurre a la llamada medicina alternativa, entre estas se encuentra la osteopatía, la cual mediante una terapia integral y con el método táctil o palpación cura los males ayudándose con el poder de autocuración del organismo humano.

La osteopatía no es igual que la quiropraxia o acomodamiento de la columna vertebral, pero la integra dentro de su sistema.

La osteopatía es una técnica paramédica, que ve el tratamiento de una afección no en forma aislada sino como un todo  integral  físico–psicológico y espiritual, es decir que  mediante la osteopatía, no se trata de curar sólo el dolor de  determinada zona  sino averiguar  su origen, por ejemplo  un dolor en el hombro puede tener su causa  en el mal funcionamiento hepático.

La osteopatía es un arte, porque usa las manos, por medio de la palpación, para detectar la zona afectada.  Y teniendo como base el holismo (doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes de que la componen), logra que la afección se restituya la salud normalmente empezando por tratar el umbral del mal.

Dependiendo de la  zona del cuerpo en el que se centra el tratamiento osteopático, existe diferentes disciplinas como:

Osteopatía articular: Orientada al restablecimiento del aparato músculo-esquelético y de la postura, centrándose en la columna vertebral y traumatismos.





Osteopatía craneal: Centraliza su accionar en el tratamiento de los problemas craneales y su influencia en el sistema nervioso central

Osteopatía visceral: Orientada a curar órganos y vísceras optimizando la función de estos mediante la palpación  terapéutica para  lograr mejor riego sanguíneo.

Fundamentos de la osteopatía

La osteopatía basa  su  trabajo en ocho fundamentos específicos y básicos, los cuales   son conocidos  internacionalmente tales como:

1.- Holismo: el cuerpo funciona como una unidad, como un todo, no como un conjunto de órganos independientes.

2.- Relación forma-función: la estructura de un órgano influye en su función y también es a la inversa.

3.- Homeostasis: el cuerpo contiene mecanismos autoregulatorios.

4.- Autocuración: el cuerpo siempre busca su restablecimiento, a pesar de que la enfermedad la enfermedad perturbe ese esfuerzo.

5.- Influjo interno por medio de acciones externas: las fuerzas externas transforman la forma y la función interna.

6.- Circulación: la trasmisión de fluidos corporales es primordial para el mantenimiento de la salud.

7.- Inervación: los nervios juegan un papel importante a la hora de controlar los fluidos corporales.








8.- Componente somático de la enfermedad: toda enfermedad se manifiesta de forma externa como   dolor  o síntoma físico (somático) .

Estos principios no son sostenidos  por los osteópatas como leyes empíricas; son difundidos  como guías básicas de la filosofía osteopática en relación a  la salud y la enfermedad.

En realidad  para iniciar un tratamiento  ya sea en la medicina clásica o la alternativa es  necesario realizar un diagnóstico, que se hace mediante, análisis, test, exámenes, evaluaciones auditivas, visuales o táctiles.

En este sentido la osteopatía  tiene su  técnica de diagnóstico el mismo que se divide en: el interrogatorio y la observación.

Mediante estos dos sistemas  intentaremos saber del paciente todo lo que le afecta interna y externamente se captara todo los que sirva para ayudar a descubrir la causa del trastorno empezando por el origen es decir retrocediendo si es posible  a su niñez o juventud.

Es necesario  informar sobre los antecedentes médicos, quirúrgicos, traumáticos o infecciosos. Eso permitirá si esos antecedentes son o no la  causa de la enfermedad. También se analizara y verá si la profesión o actividad del paciente, si la vida sedentaria que lleve o no, interviene  en su afección.

Asimismo se podrá saber, si el paciente ha vivido acontecimientos o trastornos personales muy dolorosos, los que han trastocado su organismo y este se encuentra alterado. Se debe recordar que la osteopatía  trata al paciente como un todo, no como un órgano independiente.

Tratamiento de la osteopatía

La osteopatía trata problemas relacionados a los  sistemas:

  • Cardio-respiratorios (bronquitis, afecciones pulmonares, asma, anginas, etc.)
  • Problemas renales, hepáticos, dolencias al hígado.
  • Todo lo relacionado al sistema circulatorio.
  • Dolores de  cabeza, cefaleas, migrañas.
  • Afecciones  a las articulaciones, reumatismo, osteoporosis.
  • Dolores a la  columna, lumbagos.
  • Todo los relacionado al sistema  nervioso, estrés, depresión.
  • Problemas de crecimiento, hipo e hipertensión, obesidad.

Pero como todo tratamiento, la osteopatía también tiene contraindicaciones en enfermedades como: Cáncer, reumatismo u osteoporosis crónica, leucemia, infecciones renales o cardio vasculares. Asimismo alteraciones mentales o gerontológicas.

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