Mira como controlar los conocidos berrinches en los niños, mejorando la relación familiar.

No le pegues a tu hijo si éste te hace berrinches en lugares públicos o en la casa, cuando los hijos van creciendo y de bebés pasan a niños, se vuelven unas personitas dictadoras.

Si no los sabes educar, estos tiranuelos te pueden dominar y generarte mil problemas cuando se conviertan en adolescentes.

Aunque la regla no se puede generalizar es necesario que pongas reglas a tus hijos no con el fin de coartarlos, sino con el objetivo de educarlos, porque los padres son los únicos responsables de que mañana esa personita se convierta en un ciudadano respetuoso y respetado.

Armonía entre padres e hijos

Es común escuchar a la madre o padre ¡Mi hijo no me hace caso! ¡No se deja vestir !¡No quiere irse a dormir! Hace berrinches tiene rabietas.

Ya no sabemos qué hacer, dicen algunos padres. Aunque resulte irónico e incongruente debemos entender que la rebeldía, la desobediencia, el negativismo, las rabietas y los berrinches como signos positivos y expresivos de una personalidad en formación.

A través de los años y las etapas de vida de todas y cada una de las personas podemos vislumbrar que esta etapa del desarrollo se evidencia alrededor de los 2 años.





Si un niño a esta edad no da ninguna señal de oposición no se ofende, no protesta ni se defiende cuando le sacan o le niegan algo, es hora de preocuparse , está generando una personalidad retraída en suma no sabe lo que desea o ya no desea.

Lo primero que deben reconocer los padres o educadores es que a pesar de su inmadurez, edad, impulsividad y emotividad propias de su edad los niños tratan de comunicar su gusto, sus ganas, sus necesidades, su vitalidad, su ritmo, su desacuerdo, etc.

Por lo tanto no se trata de limitar la expresividad del niño y menos dejarlos libres con sus impulsos.

Cualquiera de estas dos posiciones puede volverse destructivas y orillarlos a enfermedades psicológicas.

Recuerda si un niño se siente respetado, respeta; si se siente engañado, miente. Si sabe que lo escuchan, escucha, entiende que hablando se da solución a las cosas. Los niños son inteligentes que saben cuando tiene razón y cuando no la tienen.

Los adultos debemos recordar que los niños quieren y necesitan saber porqué no pueden hacer lo que les da la gana. Es necesario razonar con  ellos y decirles muy claro qué es lo que se espera de ellos. Los niños también exigen respuestas sinceras.

Cada niño es diferente al otro por lo tanto se calmara de manera diferente y conforme, vaya creciendo se dará cuenta si se le debe explicar con paciencia, que cosas puede hacer y qué cosas no es posible que las realice.








Las estrategias que necesitas para calmar a tu hijo las iras encontrando en el camino, lo que importa es que tu niño no se sienta solo, incomunicado que sepa y entienda que aun en sus rabieta allí estás tú en silencio pero a su lado.

Verás que se calmara y empezara a dar sus razones, cuando eso suceda háblale sobre los límites de cada uno de sus actos y cuando tiene la razón.

Si tu hijo es de los que tiran las cosas al suelo, no le amenaces, ni pegues simplemente dile que ya no le darás nada y en realidad cúmplelo, así el tenga hambre, explícale que eso no estuvo bien y cuando se calme que recoja bajo tu supervisión lo tirado. Verás que no volverá a tirar nada sobre todo si es comida y el tiene hambre.

Controlar el berrinche

Cuando tu hijo haga un berrinche evita actuar como él no hagas también un berrinche aparte porque ya serían dos berrinches tú eres el adulto y sabrás como actuar y dominar la situación:

1.- No te enojes ni pierdas el control de la situación.

2.- Baja a la altura de tu hijo, siéntate y mírale a los ojos.

3.- De manera serena y segura, dile que no está bien lo que hace y que si quiere hablar contigo será sin gritos, sin llantos ni pataletas.

4.- Escucha la petición de tu hijo o hija. Analízala rápido para que respondas y le digas porque no tiene la razón en forma clara y precisa.

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