Cómo apreciar las obras de arte.
Las obras de arte se encuentran entre lo más exquisito y caro en el mundo, mira como apreciarlas.
En gustos y colores no han escrito los autores dice el dicho popular, pero, muchas pinturas famosas y con alto precio, al verlas tu podrías pensar que lo harías mucho mejor.
Pero, detrás de las obras de arte existen muchos criterios para poder valorarlas. No basta que sea algo hermoso, sino también que encierre alguna historia, nombre o simplemente especulación.
En el arte no existen reglas estrictas y muchas obras famosas lo son precisamente por romper todas las reglas. En el arte del siglo XX confluyeron los movimientos del siglo XIX y se adelantaron al siglo XXI.
El arte cobró nuevas características y lo que antes podía ser una mancha de pintura, pasó a ser un arte. Lo que anteriormente podía ser grotesco, pasó a ser impresionante.
Arte y artistas
El arte y el artista, ambos son subjetivos. El arte y el artista se fusionan con su obra y transmite su personalidad a través de sus esculturas o lienzos. Cómo que cuando alguien ve una obra de Dalí pareciera que se encuentra presente con sus bigotes característicos al lado de sus cuadros.
En otras ocasiones los cuadros identifican al artista, como la Gioconda de Leonardo Da Vinci y viceversa.
O las mas de 1,000 obras de Vincent Van Gogh se reciclan y fusionan con la luz, los colores y su oreja cortada.
Es decir, apreciar las obras de arte como que vienen en paquete con el artista, su imagen, su fama, las historias, además de la cultura del arte.
Una firma de un personaje en un papel cualquiera puede costar mucho dinero. Un objeto mal hecho pero que perteneciera a un personaje histórico costará su peso en oro multiplicado varias veces.
Igualmente, en el arte, tiene mucho que ver, los sentimientos que transmita la obra en si. Las preguntas y las respuestas de los críticos. Juega mucho también el deseo de los que quisieran poseerla.
La Gioconda
La figura de la Monalisa o Gioconda se encuentra muy lejos de ser una reina de belleza. Gioconda significa alegre. Pero no transmite mucha alegría.
Se hizo muy famosa a raiz del robo que tuvo lugar en 1911, cuando Vincenzo Peruggia cogió el cuadro de la pared, la sacó del marco, la enrolló y salió caminando del museo con la Gioconda bajo el brazo. La tuvo en su poder dos años.
La dama Lisa Gherardini, vecina de Leonardo Da Vinci, quien posó para el cuadro más famoso del mundo, nunca vio su cuadro terminado. Inclusive a Leonardo no le terminaron de pagar el trabajo, salvo un pago inicial. Da Vinci aceptó el trabajo por cuanto en esa época tenía necesidades económicas.
Tuve la oportunidad de ver el famoso cuadro en el museo de Louvre, igual que 6 millones de turistas que la ven al año. Me gustaron mucho más otros cientos de obras en el colosal museo francés.
La Monalisa inclusive no está hecha armónicamente. Los críticos encuentran discordancias en el rostro y el paisaje de fondo, igualmente, denotan la ausencia de cejas y pestañas.
Luz y colores
Personalmente, soy admirador de Van Gogh, me impresionan sus colores, la captura de la luz, que es muy similar a las visualizaciones en la meditación y de otros estados de vibración.
Pero, lo más importante para apreciar las obras de arte, es lo que pueda transmitirte cuando la miras. Las emociones, sensaciones, alegrías, tristezas, evocaciones y lo que despierten en tu ser más profundo.
En el arte no cabe la expresión feo o hermoso, sino su significado y el sentir. La mayor parte de artistas que hacen manchas en los cuadros o esculturas incomprensibles, saben hacer una figura clásica. Ellos ya han trascendido los retratos, los moldes y hacer réplicas del mundo.
Los colores son utilizados para resaltar la personalidad y la luz del universo, las formas estiradas nos llevan a sensaciones de la cuarta dimensión de Einstein. Las figuras nos transportan hacia algún mensaje visible o invisible.
Finalmente, en la cultura y el comercio en general, el arte también es como el oro, mientras más escaso más valor tiene. Mientras más personas quieran poseer una pieza, más valdrá.
Van Gogh vendió tan solo uno de sus mil cuadros, el resto, ahora, cuestan millones de dólares, que el jamás disfrutó. Leonardo como hemos referido nunca recibió el pago completo de la Monalisa.
Apreciar las obras de arte, se encuentra mucho más allá de su valor monetario, se encuentra en el contacto íntimo que tengas desde tu alma hacia lo que ves.
Visita siempre que puedas los museos. Pinta, esculpe, practica cualquier arte, que de alguna manera, te ayudará en tu camino de Vida Ok.
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